Algunos días al fin del verano, nos juntamos en el Retiro al caer el sol.
Tejemos con agujas pequeñas, grandes y circulares, hacemos ganchillo de todos los tamaños y bordamos la tarde.
Nos acompañan el bebé más lindo y su sonajero que es un pollo.
También comemos tarta de frutos rojos y bebemos limonada de sandía.
Todo despacio y disfrutando la bella luz de las tardes en el Retiro.